jueves, 3 de mayo de 2012

Solo una vez más antes de dormir

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Ha llegado a mis oídos que has viajado hasta el Infierno para pedirle algo al ser más inmundo de la existencia. No me interesan tus pretensiones para con él, pero quiero, necesito verte. Vislumbrar tu tez una vez más antes de que los párpados ganen la batalla de Morfeo es mi destino. Cuando te tengo delante es como si las mariposas que habitan en mi estómago sufrieran una metamorfosis y se convirtieran en una suerte de depredadores. Siento que es prioritario llegar a ti o los latidos de mi corazón no se compasarán nunca más. No albergo sentimientos simples, no deseo besarte y poder alardear de haber llegado a la cima de tu monte, no. Lo que yo quiero es algo mucho más profundo y para hacerlo te dejaré espacio en tus momentos íntimos pero cuando el peligro asome sus garras apareceré para poder estar a tu lado una vez más. No me malinterpretes, no pretendo protegerte, únicamente basaré mis excusas para aparecer en que necesitabas ayuda. Y, además, aprovecharé para eliminar toda amenaza. Si pierdo la vida en el proceso podré dormir en paz por toda la eternidad.

Cojo mis cosas y parto en busca de las llamas abrasadoras de la morada de la bestia. Dicen que únicamente tienen permitida la entrada al Infierno aquellos que poseen un corazón oscuro; todos los humanos podemos acceder sin problemas, pero no es una estancia agradable. Caronte el barquero me pide una moneda para cruzar el río Estigio. Se la entrego y aparezco en la otra orilla del flujo del averno. Antes de dejar su embarcación me advierte:

-A cada paso que un humano de en el Infierno, una virtud cardinal le será arrebatada. Cuando ya no resida en él virtud mayor, se le extraviará una menor a cada minuto.


Entiendo que Caronte no es un ser malvado. Me advierte no por atemorizarme. Doy el primer paso lejos del barquero y noto como desaparece mi honor, mi honradez, mi optimismo... No me importa, te veré aunque sea lo último que haga. Mis seres queridos estarán leyendo la nota que les dejé y lo entenderán todo. Una vez excusado, no tengo nada que hacer en el mundo de los vivos. 


Es una sensación muy desagradable. Perder todo aquello que te configura y que has construido en una vida en tan solo unos minutos es desesperante. Los habitantes de los círculos infernales me ceden el paso, es curioso. Mientras inmortalizo mi voz en la grabadora, algunos miran con entusiasmo el aparato para ellos arcaico. Necesitaré pruebas si salgo de aquí. No quiero que parezca un suicidio. No lo es.

Me empiezo a marear. Estoy perdiendo la capacidad verbal. Siento ira, desesperación y dolor. El amor ha intentado huir pero es lo que me ha llevado hasta aquí y no le dejaré escapar.

Veo en el árido pasaje del octavo círculo un velo que te pertenece. ¿Eres más fuerte que yo y solo has perdido una prenda de ropa en el camino? Me define el victimismo y el hundimiento pero jamás pensé que eso pudiera debilitar tanto al espíritu humano.

Necesito... Verte... Debo salir de aquí... Muere, zorra... ¿Madre?... ¡Buenos días, sátiro!... ¿Qué debe sentirse al bañarse en oro en fundición? Mi mente intenta asesinar lo poco que queda de mi cordura.

Un grito atroz resuena... No, no resuena por ningún lugar. Mi grito queda ahogado por los gemidos de placer y sufrimiento de los pecadores que me miran con desidia.

Un... Poco... Más... Conservo el habla pero soy un monstruo... Solo tú eres la razón del poco control que tengo sobre mi cuerpo y mente.

¡Te veo!, ¡TE VEO! Le estás pidiendo algo al señor del inframundo. No me interesa qué. Solo le pido a Dios que envíe un ángel para rescatar a la mujer que tengo ante mis ojos. No la dejes aquí, señor... ¡Nos veremos en breve y podré agradecértelo con servidumbre eterna!

Solo resta un camino recto. Tú y Lucifer ante ti.Estoy empezando a perder el control... Por fin oigo tu deseo:

-Señor de las profundidades, amo del dolor y las llamas, estoy aquí para implorar un último deseo. Necesito que liberes de las cadenas del amor al hombre que ha caigo preso de mi alma.No deseo verle sufrir más. Es terrible. He vivido el amor no correspondido y no deseo que nadie pase por ese estado por mí. Es un muy buen hombre, no merece volcar su pasión sobre mi.


 -Así se hará, ama de la belleza y la tristeza. Entrégame ahora tu alma y el deseo será concedido.


¿QUÉ?

¡NO!

¡Fin del registro! ¡Adiós!

Grabación hallado en el noveno círculo del averno. Recuperado y transcrita por el ángel Helian.


Informe del ángel Helian para su señor


Al parecer, un ser humano de poca voluntad se adentró en las profundidades del Infierno para encontrarse con la mujer a la que amaba. Solo quería verla una vez más. Al mismo tiempo, ella descendió hasta Lucifer para pedirle la liberación amorosa del primer humano. Las pruebas están en la grabación que hallamos junto a un cadáver calcinado irreconocible. Como se nos demandó, bajamos en busca de la mujer a cambio del alma del humano moribundo, pero nos topamos con un sorprendido Lucifer. Nos confesó que la muchacha hizo las veces de escudo humano para proteger al primero del ataque candente del demonio, al verse atacado. Por esta misma razón quedan vestigios del cuerpo del hombre, pero solo podríamos encontrar polvo que en un pasado conformaba el cuerpo de la muchacha. No soy nadie para juzgar, señor, pero considero que si el hombre no hubiese entrado en el averno, nada de esto hubiera ocurrido.